La Energía Solar forma parte la Política Energética uruguaya, para el periodo 2005-2030. Tiene como uno de sus objetivos, la diversificación de la matriz energética realizando una fuerte apuesta para la incorporación de fuentes autóctonas y renovables.

La Política Energética del Uruguay 2005-2030 establece la necesidad de diversificar la matriz energética, especialmente a partir de energías renovables y autóctonas. Es en este marco se viene desarrollando la Energía Solar en Uruguay.

Los esfuerzos se han concentrado en la investigación del recurso solar, el desarrollo de la energía solar térmica para el calentamiento de agua y la energía solar fotovoltaica para generar energía eléctrica. Asimismo, se continúa realizando un seguimiento de diversas aplicaciones como ser la energía solar pasiva, refrigeración solar, entre otras.

La investigación del recurso solar se ha desarrollado fundamentalmente desde el Laboratorio de Energía Solar (LES) y la UdelaR con apoyo del MIEM, del Fondo Sectorial de Energía y de la UdelaR. Actualmente se cuenta con información detallada del recurso para todo el territorio nacional, a partir de medidas en tierra e imágenes satelitales. También se tienen avances en la predicción del recurso solar, tema que se está investigando fuertemente a nivel mundial.

Las instalaciones de Energía Solar Térmica han tenido un desarrollo importante en Uruguay en los últimos años, se pasó de tener 2 metros cuadrados instalados cada 1000 habitantes en 2009 a contar con 20 metros cuadrados cada 1000 habitantes en 2017. Actualmente se está aplicando la Ley N° 18.585 de Energía Solar Térmica que obliga a las nuevas construcciones y refacciones integrales de: Clubes, Centros de Salud, Hoteles y Edificios públicos a instalar sistemas de energía solar térmica para el calentamiento de agua. Asimismo se está fomentando la instalación de energía solar térmica en el sector residencial mediante diferentes mecanismos.

Las instalaciones de Energía Solar Fotovoltaica en Uruguay han tenido un crecimiento exponencial en los últimos 5 años, tanto a pequeña escala como a gran escala. Se pasó de tener prácticamente 0 MW en 2012 a contar con 242 MW instalados en 2017. El desarrollo de esta fuente se ha dado a partir de 3 mecanismos:

a) microgeneración: instalaciones en baja tensión hasta un máximo de 150 kW,
b) generación sin inyección a la red, sin límite de potencia, y
c) proyectos de generación fotovoltaica de gran escala.

La energía solar fotovoltaica es complementaria a nivel diario con la energía eólica y a nivel anual con la energía hidroeléctrica (dos fuentes con un alto porcentaje en nuestra matriz eléctrica actual). Los precios de las instalaciones fotovoltaicas han venido bajando sostenidamente en los últimos años y se prevé que continúe esta tendencia en los próximos años. En este sentido, es una de las alternativas tecnológicas con futuro más promisorio para el corto y mediano plazo a nivel mundial.

Fuente: MIEM